¿Galletas?, de dónde habría sacado este tipo, esa conclusión tan tonta, no llevaba ninguna caja en la mano, mi atuendo no es que fuera de colegiala precisamente. Eché un vistazo rápido, y mis pantalones ajustados y el top de brillos, no me parecían nada aniñados.
Saliendo de mis tontos pensamientos, le mire directamente a su rostro, tan masculino.... y en el que casi me vuelvo a perder, le pregunte casi como suplicando.
-¿Podría dejarme hacer una llamada?, vera he tenido un percance y....
A mitad de la conversación, el me soltó un simple y rotundo ¡No!
Quedándome muda, asombrada, y ciertamente cabreada, empecé a reparar mas en la situación.
No conocía de nada a este hombre, la verdad, tenia cierta pinta de ex convicto o algo parecido, no parecía que hubiera mas gente en la casa, y yo me encontraba sola. Sí tuviera malas intenciones, no habría nadie que escuchara mis gritos de auxilio, lo mejor, seria despedirme sin parecer nerviosa, y salir de allí pitando.
-Mire, creo que me he equivocado, no se preocupe, ya recuerdo el camino de vuelta.
Y dando unos pasos inseguros hacia tras, salí corriendo sin mirar atrás.
No sabia que dirección tomar, y la luz de la luna, se estaba apagando por unas nubes oscuras con no muy buena pinta, solo faltaba que se pusiera a llover.
Me detuve a coger algo de aliento, y cuando mi respiración se había normalizado un poco, escuche lo que parecían pasos, rápidos, justo detrás.
Me gire asustada, y mis temores se hicieron realidad.
El hombre de la cabaña, me seguía.
Sin pensarlo, eche a correr sin rumbo intentado escapar.
Saliendo de mis tontos pensamientos, le mire directamente a su rostro, tan masculino.... y en el que casi me vuelvo a perder, le pregunte casi como suplicando.
-¿Podría dejarme hacer una llamada?, vera he tenido un percance y....
A mitad de la conversación, el me soltó un simple y rotundo ¡No!
Quedándome muda, asombrada, y ciertamente cabreada, empecé a reparar mas en la situación.
No conocía de nada a este hombre, la verdad, tenia cierta pinta de ex convicto o algo parecido, no parecía que hubiera mas gente en la casa, y yo me encontraba sola. Sí tuviera malas intenciones, no habría nadie que escuchara mis gritos de auxilio, lo mejor, seria despedirme sin parecer nerviosa, y salir de allí pitando.
-Mire, creo que me he equivocado, no se preocupe, ya recuerdo el camino de vuelta.
Y dando unos pasos inseguros hacia tras, salí corriendo sin mirar atrás.
No sabia que dirección tomar, y la luz de la luna, se estaba apagando por unas nubes oscuras con no muy buena pinta, solo faltaba que se pusiera a llover.
Me detuve a coger algo de aliento, y cuando mi respiración se había normalizado un poco, escuche lo que parecían pasos, rápidos, justo detrás.
Me gire asustada, y mis temores se hicieron realidad.
El hombre de la cabaña, me seguía.
Sin pensarlo, eche a correr sin rumbo intentado escapar.