domingo, 16 de octubre de 2011

Parte 14

Cuando mi mano tomó contacto con su piel, sentí como me veía arrastrada hacia un mundo que desconocía, miles de imagenes y secuencias inundaron mi mente, haciendome estremecer.
Vi a un Nergal igual de hermoso pero que irradiaba luz y esplendor.
En una gran sala, reunido con mas seres opnipotentes, y en el centro un ser oscuro que me causaba miedo y temblor.  Le acusaba con la mano, de no arrodillarse ante él.
Todo sucedía ante mí como una película.
Como castigo, por la ofensa, le mandaron al inframundo a pedir perdón a Ereshkingal, la Diosa del inframundo.
Después de pasar las siete puertas, con sus pruebas, se encontró a la Diosa en su trono, con su hermosura endiablada, se encaprichó de él nada mas verlo.
Nergal cayó en sus redes y pasó siete días con sus siete noches, abandonandola después.
Ereshkingal, cuando se dio cuenta de su engaño,  mando buscarlo al cielo, sin obtener resultado. Ella amenazó con enviar a la tierra a los muertos y que estos superaran a los vivos.
Nergal enfurecido por su crueldad, volvió al inframundo, rompiendo las siete puertas, y cuando llego a su trono la alzó con furia de los cabellos.
Ella maestra en el engaño, consiguió que se quedara junto a ella para gobernar juntos el reino de los muertos.

Sentí como el frió y la furia me consumía, hacia esa horrible "mujer".
Todo se volvió oscuro, y me encontré de nuevo con esos ojos verdes observandome. Mi mano seguía agarrada con fuerza a su brazo.
Y ahora tenia razón mas que suficiente, para no soltarlo.